sábado, 24 de octubre de 2009

La Gran Depresión: Países del Este

Tras el crac financiero del 2008 la mayoría de las economías del planeta se están precipitando en la espiral de la gran depresión.

La "globalización", la integración y la apertura de las economías  ha resultado ser el peor antídoto  a  la vorágine recesiva. Las economías más "abiertas", las más "desregulizadas" han resultado las más rápidamente y peor afectadas por el virus.


 Depresión en los Países del Este y Centro de Europa

Los países ex-socialistas, que en general optaron por "globalizarse" a la carrera, han resultado los más perjudicados por la crisis. Todos ellos han entrado en recesión aguda. Hay un grupo de países "menos" afectados por la crisis (Polonia, Chequia, Eslovaquia y Eslovenia), con una contracción de un dígito y un numeroso furgón de cola ( Estonia, Letonia, Lituania, Latvia, Bielorrusia, Bulgaria, Rumanía, Ucrania) que están sufriendo caídas del PIB de dos dígitos.

Muchos de estos países experimentaron booms económicos en los primeros años del siglo gracias al crédito suministrado por bancos e inversores internacionales en el más puro estilo burbujista.

De la misma manera que el capital especulativo internacional acudió en tropel en busca de suculentas ganancias, la retirada del asustadizo enjambre ha sido general produciendo no solamente una crisis bancaria sino también una contracción brutal del crédito.

La contracción del consumo y la demanda en Europa ha reducido sus exportaciones  a la zona en una banda que va entre el 20 y el 40%

En general, los países más mal parados son aquellos que recurrieron a tasas más altas de endeudamiento en divisas extranjeras. Es el caso de Hungria, Rumanía, Bulgaria, y los países Bálticos. En todos estos países se registró un boom inmobiliario con hipotecas contratadas en euros o francos suizos.

 Buena parte de los activos (acciones, fábricas, instalaciones, inmuebles, solares, terrenos, ... ) experimentaron revalorizaciones  estratosféricas, del orden de 5 o 6 veces su valor inicial, durante  la marea burbujista,  revalorizaciones que hoy se han esfumado, desplomándose sobre los balances y socavando la capacidad financiera de las empresas y las familias.

Retirados los fondos especulativos, los que han quedado pillados han sido los bancos europeos , con sucursales en estos países, que suministraron la mayor parte del endeudamiento a largo plazo (los bancos austriacos e italianos prestaron alegremente alrededor de 1,25 billones de $ mientras que bancos suizos, ingleses y suecos añadieron 0,20 billones, totalizándose  un endeudamiento de 1,7 billones para el conjunto de la zona) de forma que el riesgo de contagio financiero es extremo. Los bancos austriacos prestaron 0,23 billones de €, un 70% del PIB del país con lo que una caída de sólo el 10% de su exposición en la zona implicaría un verdadero descalabro financiero en el país.

No es de extrañar que estos mismos bancos anden a la greña tratando de convencer  a Bruselas, al Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD) y al Banco Central Europeo, en orden a implementar medidas para contener el impacto sobre sus cuentas de la crisis financiera desatada en los países del Este y centro de Europa.

Entre los bancos pillados estarían UniCredit y Banca Intesa (italianos), Raiffeisen International y Erste Group Bank (austríacos), Societe General (Francia) y KBC (Bélgica).La banca griega estaría pringada en su expansión hacia sus vecinos balcánicos.

Dado el reducido número de entidades financieras involucradas, el riesgo de contagio es extremo.


Los planes de rescate implementados por los gobiernos están traspasando la carga del endeudamiento a lomos de los estados. Sus monedas están cayendo en picado en el mercado FOREX. Las agencias de rating están penalizando la refinanciación de su deuda externa con lo que la posibilidad de convertirse en estados quebrados o fallidos cobra cuerpo por momentos.

El FMI ya ha tenido que intervenir en el salvataje de Hungria, Servia, Ucrania y Bielorrusia.



En Ucrania, la contracción del PIB fue del 23% en el primer cuarto de 2009. La producción industrial se desplomó en un 30,4% en marzo. La construcción cayó en un 42,7% en enero-febrero de 2009.  Las exportaciones cayeron un 33,4% en enero y las importaciones un 56%. La caída del PIB podría haber sido aún mayor de no compensarla la buena cosecha agrícola.

Las agencias de rating han puesto la etiqueta de CCC+ (lo peorcito que se puede tasar) a los préstamos a largo plazo que reciba el país. Ucrania  está en lugar destacado de los indigentes en la cola a las puertas del FMI.

Se trata de un país cuya situación financiera, monetaria y económica está en estado catastrófico.